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Todo aquel que haya tenido la suerte y la oportunidad de visitar Japón, se ha dado cuenta que la cortesía y la urbanidad son características destacadas de las tradiciones y rituales japonesas. Sin embargo, la cortesía pasa a ser una pobre virtud si se la practica solo por miedo a ofender el buen gusto, cuando en realidad, debería ser la manifestación externa de una consideración comprensiva por los sentimientos de los demás.
En su forma más elevada y pura, sin estar manchada por la hipocresía, la cortesía se acerca al amor. Podemos decir con reverencia que la cortesía «aguanta mucho y es buena; no envidia, no se vanagloria, no se hincha; no se comporta indecorosamente, no busca su propio provecho, no se deja provocar fácilmente, no tiene en cuenta el mal«.
Si bien hemos mencionado en el artículo Shibari Kinbaku como Ritual: Protocolo para Espectadores y Atados (Parte I), que ciertas bases del Shibari Kinbaku tienen una alta relación con la legendaria vida de los Samurais y su código Bushido, se puede decir que su ejecución y ritual entre el atador y el atado, podría guardar una mayor relación con la tradición dramática del Kabuki (teatro tradicional japonés) que con el hojojutsu (arte marcial Samurai). En las prácticas de Shibari Kinbaku las cuerdas se utilizan sin el propósito de lastimar, dramatizando, y mostrando una situación de alto poder sensual, solo infligiendo dolor en forma controlada y con el claro propósito de la estimulación erótica del atado y los espectadores.
Es por esto que esta interacción de energías y sensaciones entre atados y atadores tiene una crucial importancia, y es la esencia misma de la práctica del Shibari Kinbaku. Para cuidar y mantener que este fluir de energías no se interrumpa ni se deteriore por acciones inadvertidas por cualquiera de las dos partes, me propongo citar algunas buenas costumbres a mantener por parte de ambos.
«Es mejor prevenir…»
* El atador y el atado no deberían llevar ningún tipo de brazaletes, pulseras, relojes, etc. Este tipo de elementos podrían causar problemas o daños inesperados durante el proceso.
* El atador y el atado no deberían estar mascando chicles ni caramelos. Obviamente este tipo de productos podrían causar graves problemas durante una suspensión por ejemplo.
* Ninguno de los dos deberían consumir alcohol o cualquier tipo de sustancia que pudiera alterar las sensaciones del cuerpo en el tiempo previo o durante la sesión.
* El atador deberá asesorarse sobre la salud física y psíquica del atado. Cuestiones como asma, problemas respiratorios, problemas de circulación, problemas cardíacos, de diabetes, de hipertensión o de hipotensión arterial, cuestiones alérgicas al material de las cuerdas a ser utilizadas, de debilidad capilar, de afecciones articulares (como síndrome de túnel carpiano) o musculares, si tuvo alguna intervención quirúrgica reciente o previa. A nivel psíquico debería conocer si el modelo padece algún tipo de fobia que pudiera alterar su disfrute durante la sesión, y actuar en consecuencia.
* Todo buen atador tiene entre su equipamiento unas tijeras de puntas romas o algún elemento adecuado y bien afilado para cortar las cuerdas en caso de emergencias.
* Un buen atador nunca deja sola a una persona atada. El público no cuenta como alguien que pudiera cuidar de la modelo en este caso.
* La atadura de las muñecas debe cerrarse con un nudo de seguridad independiente del resto. Este «Nudo Básico», será el único nudo propiamente dicho de todo el Takate-Kote o Gote shibari (高手小手) y podrá ser deshecho instantáneamente, en cualquier momento, por motivos de seguridad e independientemente del resto de las ataduras. Esto significa que siempre se podrán liberar las manos sin desarmar el resto de las ataduras.
* Al suspender o semi suspender, la cuerda que sostiene la mayor parte del peso de la persona atada se llama «Stem»o «Life Line». Se considera fundamental y de vital importancia, siempre pasar la cuerda «Life Line» por dentro de su propio «loop» y que antes de hacer cualquier otra cosa, se hagan como mínimo los dos nudos de seguridad que evitarán el deslizamiento de las cuerdas y la posible caída de la persona atada. Luego de eso, se permiten las decoraciones (kazari).
* Cuando el atador «baje» a la persona suspendida deberá hacerlo siempre demostrando destreza y control; brindando seguridad tanto a la persona atada como al público. Todas estas técnicas requieren enseñanza de manera presencial, previo haber demostrado los conocimientos y la destreza necesaria para ser capaz de hacerlas. Esto se hace en salvaguarda de la altísima responsabilidad que conlleva toda suspensión.
* Todo buen atador siempre vigilará que los siguientes puntos de seguridad para que no se vean comprometidos:
- la traquea
- los nervios y arterias radiales
- los plexos braquiales
- los nervios y las arterias cubitales
- los nervios medianos (en personas que sufren síndrome de túnel carpiano)
- la clavícula
- las arterias carótidas y la vena yugular
* También verificará que los kannukis 閂 no estén pellizcando la piel interna de los brazos. Así como también evitará que queden espacios entre las vueltas de cuerdas o que queden cuerdas retorcidas que puedan ocasionar pellizcos en la piel.
* No deberá olvidar observar que ningún enlace donde se haya añadido cuerda nueva quede presionado en una mala ubicación ya sea entre los brazos y el tórax, dentro de las axilas o contra alguna articulación (por ejemplo de los tobillos o las muñecas).
* Estará también atento a la circulación sanguínea general del cuerpo del atado y a su correcta oxigenación. Aún cuando la modelo no tenga cuerdas alrededor de su cuello o diafragma, existen ciertas posiciones que podrían dificultar la correcta respiración y sofocarla.
Cuestiones de Cortesía y Buenas Costumbres durante la práctica:
* Se considera de buena costumbre que todo atador tome en cuenta durante toda la práctica el punto de vista del observador (aunque no haya nadie allí). El atador debe hacer todos los movimientos de las ataduras visiblemente brindando confianza de su destreza tanto al atado como a los espectadores. Al mismo tiempo, procurará siempre exhibir lo mejor del atado, sus reacciones corporales y faciales, sus curvas y aspectos mas sensuales.
* «Metros y metros de cuerda que rozan la piel»: La aplicación de una buena técnica en el manejo de las cuerdas (sabaku 捌く) evitará que se fatigue la piel de la persona atada con roces innecesarios, pellizcos no previstos de las cuerdas o golpes de los nudos de las puntas de las cuerdas.
* «El tamaño del loop«: Es considerado de buena costumbre dejar un «loop» pequeño en el nudo que cierra la atadura de las muñecas.
* Ya hemos mencionado que la cuerda que sostiene la mayoría del peso del atado en suspensiones y semi suspensiones, se llama «Stem» o «Life Line». Es la cuerda más importante de la suspensión. Se considera una buena costumbre que el atador realice los nudos de seguridad del Stem, mostrando una técnica de destreza, que brinde confianza no sólo hacia el atado sino hacia todos los espectadores. Esta cuerda deberá tener un aspecto limpio, ordenado, prolijo y sencillo en sus nudos de seguridad.
* Muganawa, 無我縄: Durante el proceso de atado, el atador buscará profundizar su conexión energética con la persona atada e intentara «escuchar» con atención lo que energéticamente quiere. Esta actitud que toma el atador le permitirá «sentir la cuerda» para así encontrar su camino sobre el cuerpo de la persona atada. Se dice que para que una sesión de cuerdas pueda calificarse como Kinbaku, el atador debe dejar de lado sus deseos y comenzar con la mente vacía. Dar lugar a que ocurra el muganawa (無我縄): aquella magia por la cual el atador «escucha» los deseos íntimos (las necesidades) del atado en ese momento. Solamente de esa manera se puede asegurar el máximo placer para el atado. «Muga» (無我) es un concepto budista que se refiere al «no yo» o la ausencia de uno mismo, el vacío de la mente y el dejar de lado los propios deseos. Basado en eso es que en la siguiente, Imperdible Entrevista entre Dos Grandes del Shibari, podrán leer esta confesión sobre muganawa que Akechi Denki (明智伝鬼) le hizo a Osada Steve dos semanas antes de morir:
Cita:
Dijo Akechi Denki Vacío mi mente y entonces las ideas vienen solas a mí, ya sea de mi interior o desde el interior de la pareja con la que esté trabajando. A veces las cuerdas se mueven por su cuenta y mis manos sólo las siguen, y es siempre una experiencia apasionante. Siento que desaparezco. Cuando eso sucede, el Shibari queda siempre muy bonito |
Muganawa también se refiere a que el atador encare su sesión enfatizando la idea de permitirle al atado alcanzar su verdadero potencial en oposición a que simplemente intente imponerle su propia voluntad.
Este concepto es tan profundo e interesante que dispone de un artículo enteramente dedicado a su análisis y comprensión.
* El cuerpo de la persona atada es para el atador un gran regalo a ser saboreado de a poco. Cada cuerpo tiene sus particularidades y es a través de las variaciones de ritmo en su atadura (merihari 減り張り), y al mismo tiempo los diferentes modos de acercarse, las distancias y los ángulos de sus contactos con la modelo (maai 間合い) que podrá lograr e intensificar las sensaciones que él desee que la modelo experimente.
* Se considera de buena costumbre practicar este arte estando descalzos, especialmente debido a que las cuerdas que se utilizan son de yute y no son aptas para ser lavadas.
* Se considera de buena costumbre velar por la calidad estética del conjunto de la atadura. Las extensiones cuerdas deberán permanecer siempre disimulados. Nunca permitir que estos enlaces queden sobre el pecho o la parte frontal de la persona atada.
* Se considera de buena costumbre que el atador vele porque la persona atada pueda llegar a un estado de introspección y entrega a la experiencia de las cuerdas (Indou wo Watasu 引導を渡す como lo llaman en la escuela Yukimura-ryu). Esta actitud de permeabilidad energética suele reflejarse en detalles como tener las piernas juntas y levemente flexionadas, meter los dedos gordos flexionados dentro de las palmas de las manos, tener el cuerpo relajado, los brazos al costado del cuerpo y la mirada baja. Al mismo tiempo, «El ojo que todo lo ve» del atador deberá percibir todas estas señales que emanan del cuerpo de la persona atada, interpretarlas y reaccionar sabiamente en consecuencia.
* Se considera de buena costumbre nunca «ayudar» de ninguna manera al atador al moverse, alcanzarle cosas, hablar rompiendo el clima (salvo que sea una cuestión de seguridad) o ponerse con los brazos detrás de la espalda sin que el atador haya hecho nada siquiera. Podrás reconocer a un buen atador de Shibari/Kinbaku justamente porque no necesitará que lleves tu brazos a ninguna posición. Él logrará que tu hagas exactamente lo que él quiere que hagas con tus brazos.
* El desatado de las cuerdas es tan importante como el atado. Este proceso también requiere de técnicas especiales en las que se busca, entre otras cosas, seguir manteniendo la tensión de la cuerda sobre el cuerpo del atado, mantener siempre el contacto sobre la piel y el cuerpo del atado y nunca perder oportunidades para profundizar la conexión energética entre el atador y el atado.
Nawa: «Las cuerdas están vivas y reflejan al atador»
* Las cuerdas (nawa), son objetos muy preciados y personales de cada atador. Esto va mas allá de los conceptos físicos involucrados. Además de que las mismas están hechas de fibras naturales vivas (cáñamo o yute), que reaccionan ante diferencias de presión, temperatura y humedad, son además el instrumento que tiene el atador para transmitir su flujo energético de carga y recarga «ki». Las cuerdas son tan importantes como el medio que tiene el atador de comunicar su «yo» con el atado, con los espectadores y con el cosmos.
* El aspecto de las cuerdas en general, la forma en que están adujadas y la apariencia de las puntas en particular; son el reflejo del honor, la destreza y seriedad del atador. Unas cuerdas cuyas puntas se encuentren desprolijas, sin recortar y/o con nudos inestables, reflejarán un atador descuidado en sus formas.
* Las decoraciones no deben ser «macramé». Todo buen atador utiliza sus cuerdas para dejar fluir constantemente su energía. La dinámica de las cuerdas es siempre funcional a la atadura y no una mera decoración sin sentido. En cada lazada el atador pone ímpetu y espíritu. Por eso se considera que cada atadura refleja su propia personalidad así como lo hace el trazo manuscrito de su propia firma.
Nota de la Autora: Se considera respetuoso no utilizar términos ni conceptos japoneses para describir prácticas o ataduras occidentales (bondage).
El siguiente artículo de esta serie es: Cuestiones de Honor: Interacción entre Atadores y Atados (Parte III) en el que trabajo conceptos relativos al honor del atador.
Excelente artículo.
Siempre me excitó pensar en ser atada, pero me daba mucho miedo. Especialmente, veía muy peligroso el shibari.
Ahora entiendo lo cuidadose que es el atador con experiencia y me tienta explorarlo.
sogaygozo: Todo lo que tiene que ver con los aspectos de seguridad son primordiales a la hora de cualquiera atadura. Hay que entender y saber lo que se esta haciendo para evitar cualquier accidente. Gracias por su cometnario y por leer mis artículos!