Hace unos años atrás tuve el placer de conocer a Harukumo-san cuando él ofició como uno de los interpretes en ocasión del workshop que dictara Yukimura Haruki Sensei en su paso por el Copenhaguen Shibari Dojo. En aquella oportunidad pude comprobar sus buenos conocimientos del complicado idioma japonés, y como frecuentemente ocurre en la comunidad de cuerdas, se generó una amistad que nos une al día de hoy.
Suelo comunicarme frecuentemente con Harukumo-san, pese a la distancia geográfica que nos separa, y en una de estas últimas oportunidades, le confesé una duda que tenía respecto a un concepto muy cercano y muy querido por mi.
En una de mis últimas visitas a Japón, y en ocasión de visitar a Yukimura Haruki Sensei y solicitarle humildemente su guía y entrenamiento, tuve la enorme alegría de recibir de sus propias manos una pieza de shodó que él me dedicó y me entregó en persona. Esta pieza tenía escritos los kanjis de 縄 (nawa) y 心 (kokoro). Si bien comprendí de inmediato que su significado tenía que ver con el amor por las cuerdas, lo cual me llenó de agradecimiento hacia mis maestros, tenía dudas respecto a su pronunciación y creía muy interesante contar con una visión más completa por parte de alguien que dominara el japonés mejor que yo.
Es así como Harukumo-san escribe este hermoso ensayo sobre lo que para él significa “Nawagokoro” (corrigiendo de paso mi error de pronunciarlo como nawakokoro), que hemos traducido para compartir con todos ustedes aquí
Por Harukumo, 06-Jul-2015, Zurich
Una amiga mía de Buenos Aires, HaruTsubaki-san me pidió si pudiera escribir algo sobre este concepto. Antes que nada, deberé aclarar que “nawagokoro” no es un concepto taxativo, sino más bien una expresión metafóricamente poética. Describe una cierta actitud, una comprensión intuitiva de las ataduras que no puede ser fácilmente explicada o enseñada. Sinceramente no tengo idea de dónde se originó esta expresión, pero siento que puedo haber tenido alguna influencia en ello dado que recuerdo haberla mencionado a algunas personas a mediados del 2000 en Japón.
La palabra es una combinación de dos sustantivos: “nawa” (cuerda) y “kokoro”. Esta última “Kokoro” es una palabra ambigua e interesante. Podría traducirse literalmente como “corazón”, *alma”, “espíritu”, o “mente”. Dependiendo de las circunstancias enfatiza los aspectos físicos del corazón o los emocionales y metafísicos del mismo. Creo que la traducción más apropiada en este contexto debería ser “corazón”, en referencia a la imagen romántica de el corazón físico como centro del alma ó las emociones humanas.Un bakushi talentoso no solo necesita comprender las técnicas de las cuerdas, los diseños y patrones y todos esos tecnicismos. Igualmente importante es su habilidad para comprender los sentimientos de su modelo. Nawagokoro se refiere a ese talento especial para comprender rápidamente los aspectos técnicos y a la misma vez percibir como esas técnicas influenciarán a su modelo. Pero Nawagokoro es más que eso. Nawagokoro también es la pasión por la cuerda. Una profunda e íntima motivación para atar, más que eso, para conectarse a través de las cuerdas con otro ser humano. Bueno, al menos así es como yo lo concibo. Atar es un proceso delicado. La parte importante de ello no es meramente atar el cuero, sino también atar la mente, el “kokoro”. Yo creo que la parte más importante en las ataduras es ciertamente esa comunicación interpersonal, y que el pre requisito más importante para una comunicación exitosa es la empatía.
Alguien que tenga “nawagokoro”, tiene empatía, capacidad técnica y puede usar su deseo para crear y despertar un sentimiento muy especial en su modelo, y en cualquier audiencia. En cierto punto, todos estos elementos pueden (y necesitan) ser practicados y entrenados (idealmente con la guía de un maestro experimentado). Pero algunas personas parecen llevar más de él intrínsecamente, aún sin haber tocado una cuerda, en comparación con otros que pueden haber estado atando ya hace años. Muchas de estas extrañamente privilegiadas personas tienen ” Nawagokoro “, de la misma forma que otros , casi sin esfuerzo, tienen la habilidad de aprender idiomas, o sobresalen en algún deporte.
Esto podría sonar como algo injusto, o aún peor, como un pretexto barato para establecer una diferencia de categorías y así trazar una línea divisoria entre “buenos” y “malos” atadores. Si alguien te molesta, sólo desacreditalo diciendo que sin importar lo habilidoso que pueda ser, carece de “Nawagokoro” y por lo tanto nunca comprenderá el “verdadero” significado de todo esto. Hay riesgo de que esto ocurra, es cierto, pero esto no es ni lo que la idea pretende ser, ni tampoco para lo que debería ser utilizada. Personalmente yo prefiero pensar en Nawagokoro como un término honorífico que es atribuido a aquellos que podemos ver como modelos a seguir simplemente porque sabemos que lo tienen con tan solo verles atar.
Sé abierto. Sé sincero. Sé justo. Ten calma, y admira la belleza del kinbaku donde sea que la encuentres.
Quiero agradecer a Harukumo-san por iluminarme un poco más sobre este concepto tan especial, y compartir conmigo su visión sobre su profundo y maravilloso significado. Ya en el momento de recibirlo sentí un altísimo honor de que un Gran Maestro como Yukimura Haruki Sensei me entregara esta pieza de arte escrita de su propio puño a mi persona, y me considerara de ese modo. Siento una gran dicha de poder transmitir lo que transmito con las cuerdas, a la vez que una enorme responsabilidad por hacerlo de una forma sabia, prudente y justa para honrar a mis Maestros.
Gracias Yukimura Haruki Sensei,
Gracias Osada Steve Sensei,
Gracias Yukinaga Max Sensei,
… y a todos aquellos que iluminaron y continúan iluminando mi camino.