Esta es la primera parte de una entrevista que KabukiJoe le hace a Osada Steve en diciembre del 2006. Aquí podrán disfrutar como han sido aquellos primeros encuentros entre Steve y su Sensei Osada Eikichi. Además de sus anécdotas de juventud sobre su entrenamiento en diversas artes marciales al rededor del sudeste asiático durante la guerra de Vietnam. Un joven Steve en busca de su destino.
Copyright 2006 por Osada Steve y KinbakuMania.
Todos los derechos reservados. Traducción por Tsubaki autorizada exclusivamente para su publicación en KinbakuMania. Prohibida su reproducción total o parcial en cualquier otro medio.
KabukiJoe: Osada Steve (長田スティーブ), ¿Hace cuánto que llegó a Japón? Yo estaba calculando que mas o menos han pasado 25 o 26 años.
Osada Steve: Llegué a Japón a finales de 1970.
KJ: Dígame con sinceridad ¿Lo que lo motivó a venir originalmente han sido las artes marciales o las ataduras de estilo japonés?
OS: En realidad, ninguna de esas opciones. Había estado recorriendo Asia durante varios años, y estaba buscando alguna manera para recuperar algo de lo gastado. Llegué a Japón con cien dólares y pasé mi primera semana en una pensión barata de 800 yenes la noche. Pronto descubrí que el mito de que Japón era una gran oportunidad para hacer dinero fácil era sólo aplicable a angloparlantes nativos. Así que comencé a subsistir con alrededor de $ 300 al mes que ganaba haciendo trabajos extraños, como por ejemplo haciendo de extra en películas.
En aquellos días se podían recorrer grandes distancias en tren por sólo 80 yenes. Sin embargo, me encontraba caminando mucho y con el estómago vacío la mayor parte del tiempo.
KJ: ¿Cuál es su experiencia en artes marciales? ¿Cuál es su rango?OS: A la temprana edad de 16 años, se me acercó uno de mis compañeros de escuela solicitándome una decisión para unirme a cualquiera de estas dos propuestas: un grupo de guerrilleros que combatían bajo el agua (al estilo cubano); o un Dojo de Taekwondo. Me decidí por esta última.
Más tarde me convertí en un ushi-deshi (estudiante que vive en el Dojo) de Taekwondo en Bangkok en cuanto llegué por primera vez en 1973 y la guerra de Vietnam seguía vigente. Como parte de mis prácticas he tenido que instruir a la Fuerza Aérea Tailandesa en el silencioso arte de «matar o ser matado».
Cuando llegué a Japón opté por entrenarme en Karate. Me formé en la Sede Mundial de Shotokan, luego continué estudiando Aikido en el Dojo Hombu Ueshiba.
Se podría decir que durante los primeros diez años de mis viajes a través de Asia, estuve entrenado en cada Dojo que encontraba. Por ejemplo, en Filipinas, me formé en la YMCA, y en Corea (donde fui mas de 30 veces) aprendí un poco de hapkido.
Tanto en Tailandia como en Japón, solía entrenar durante varias horas al día.
¿Qué rango tenía? Hace poco me encontré con uno de mis instructores «junior» que solía ser uchi-deshi cuando empecé Aikido. Ahora es un instructor «senior» en el Hombu Dojo. Le pregunté qué rango tenía, y él cortésmente evitó la pregunta. Supongo los rangos son para los estudiantes.
De todos modos, hace años que no entreno. Mis actividades actuales como artista de las cuerdas son incompatibles con el estilo de vida del guerrero. Así que desde el punto de vista práctico, se podría decir que mi rango actual está por debajo de cero.
KJ: ¿Qué nos puede contar acerca de sus actividades reales en el sudeste asiático? Se ha corrido el rumor de que Ud. tiene una tarjeta que lo libera de la cárcel, que tiene más peso y es más importante que un pasaporte.
OS: Ja ja ja ja! Sí, todavía guardo una de esas, pero sólo servían dentro de Vietnam. Teóricamente, podía servir para sacarte de cualquier apuro, pero sólo si tenías suerte. La guerra es un negocio sucio.
KJ: Tal vez me equivoque, pero me parece que comenzó a interesarse por el Shibari (縛り) bastante tiempo después de haber llegado a Japón ¿Por qué la demora?
OS: He estado atando toda mi vida, pero en privado, al igual que todos los demás. En cuanto al estilo japonés, hasta finales de 1990, yo no era más que un consumidor de revistas y videos de ataduras japonesas. Todo eso cambió después de conocer a mi Sensei, Osada Eikichi.
KJ: ¿Cómo fue que escuchó hablar sobre Osada Sensei? ¿Qué tan bien dominaba el idioma japonés en aquellos días?
OS: Conocí Osada Eikichi (長田英吉) a una sesión de fotos para la revista Tokyo Journal. Eso fue hace como casi diez años atrás. En aquél entonces mi japonés era poco fluido. Pero últimamente venía haciendo muchos esfuerzos para dominar el idioma. Actualmente, estoy tomando clases particulares una vez a la semana.
KJ: ¿Cómo fue la reacción de Osada Sensei al conocerlo a Ud.?
OS: Esa primera vez, estuve tomando fotos de su show en vivo que semanalmente hacía en el «Bondage Bar» (que ya está cerrado) en Shinjuku. No creo que él se haya percatado en absoluto de mi presencia. Después, varios meses más tarde, su manager me contactó, y yo le ofrecí shows semanales en el «Mistress Bar» de Roppongi para él. Fue allí donde lo visité, más adelante aún, para tomar más fotografías de su trabajo y para ver cómo estaba. Naturalmente, yo estaba allí ayudando con los preparativos y con la limpieza del lugar. Luego me pidió que le hiciera de asistente con regularidad. Fue así como a la semana siguiente, comencé a prepararle la polea que él utilizaba en su show. Más tarde, Osada Eikichi comenzó a realizar sus shows a mi propio lugar (que comenzamos a administrar juntos) y que ahora se conoce como StudioSIX.
Fue durante ese tiempo que nuestro vínculo se estrechó. Nuestra relación no comenzó como un «amor a primera vista», sino más bien fue un proceso gradual que convirtió nuestra relación en una situación que después pudo describirse como un vínculo sensei-deshi.
Coincidentemente, Drachenmann estaba en Japón para la gran inauguración de StudioSIX, así que quizás tendremos el honor de leer sus impresiones sobre aquél histórico acontecimiento aquí en el futuro cercano.
KJ: ¿Fue Osada sensei el primero en hacer shows en vivo en Japón? ¿Cuándo fue que comenzó a hacerlos? ¿Cómo eran?
OS: Osada Eikichi es considerado como el pionero en hacer shows en vivo (de este género) en Japón. Fue Osada Sensei el que comenzó a presentar shows de ataduras a un público más amplio, hasta lograr cautivar la mirada de grandes audiencias.
En aquellos tiempos, la mayoría de las actuaciones de Shibari y SM se presentaban en clubes muy selectos y caros. Cuando digo «caro», me refiero a que a menudo se debía pagar 100.000 yenes (aproximadamente U$s 1.000) para ver a un Nawashi trabajando.
Todo esto sucedió en la década de 1960, cuando tu y yo estábamos todavía en la escuela. Así que la mayoría de la información que puedo darte es de los comentarios de las personas que iban a verlo regularmente.
¿Qué cómo eran sus shows? Osada Eikichi era un showman. Así que sus espectáculos eran deslumbrantes e impactantes. Solía ser muy rápido, el más rápido de la historia.
KJ: Osada sensei solía ganar grandes cantidades de dinero por sus shows en clubes nudistas ¿Dónde está aquél dinero hoy en día?
OS: En el pináculo de su carrera, Osada Eikichi ganaba hasta U$s 3.000 por día. Así que, en un buen año podía fácilmente ganar hasta un millón de dólares.
Sin embargo, con el tiempo aparecieron otros géneros de entretenimiento con ataduras. Primero fue el auge de las películas de estilo «porno-romántico» (roman-porno o pink-porn) de Nikkatsu que dieron fama a escritores como Oniroku Dan y actrices como Naomi Tani. Esto fue seguido por el auge de productoras de vídeo como Art Video y Cinemagic.
Así que por la década de 1980, el público que quería ver ataduras, ya tenía varias opciones en el mercado. Como resultado, muchos de los clubes nudistas comenzaron a cerrar. En la actualidad, sólo unos pocos permanecen abiertos y presentan muy de vez en cuando shows SM.
Además de mencionar de que un artista de las cuerdas, estaría hoy desempleado. Por ejemplo, en el 2005 tuve cerca de 400 shows en teatros nudistas a lo largo de todo el país. En cambio hoy en día, el verdadero dinero se gana en el negocio del video.
De todas formas, cuando yo lo conocí a Osada Eikichi, él ya se había retirado hacía tiempo del circuito de los teatros nudistas. Así que supongo que todas esas grandes sumas de dinero fueron gastadas en aquellos tiempos.
KJ: ¿Encuentra algo en común entre las artes marciales y el Shibari? Si es así, ¿qué?
OS: Bueno, por un lado existe este arte marcial llamado hobakujutsu que se utilizaba para
capturar prisioneros en el campo de batalla. Más tarde, bajo el régimen Tokugawa, pasó a formar parte del sistema judicial; en el que también era utilizado como método de tortura. Así que se puede decir que existe un sistema de ataduras muy desarrollado que consta de varios siglos de historia y que ha jugado un papel integral para ciertas escuelas de artes marciales japonesas.
En resumen, las cuerdas se han estado utilizando en Japón de una manera sistemática en el combate, para capturar y apresar, para humillar públicamente, avergonzar, para infligir dolor y/o torturar.
Por otro lado, el Shibari es utilizado más como un medio para el intercambio emocional. Por lo tanto éstas técnicas de ataduras difieren de las técnicas hobakujutsu. En Shibari la principal preocupación es evitar posibles lesiones, en cambio el bienestar de los prisioneros en los viejos tiempos, no era algo prioritario.
Tal vez se podría decir el hobakujutsu y el Shibari son como primos (como por ejemplo, los monos y los homo sapiens). Teniendo mucho en común, operan, sin embargo, a niveles completamente distintos. Muy pocos japoneses, profesionales de las cuerdas, aprovechan para extraer conocimientos de los fundamentos inmensamente complejos y altamente estructurados que brinda el hobakujutsu. El último gran maestro Akechi Denki, por ejemplo, debe ser uno de los pocos acreditados por su intensiva investigación sobre hobakujutsu y hojojutsu la que luego se reflejaba al influir en su trabajo de Shibari, que a menudo era increíblemente complejo y muy hermoso a la vez.
Dicho esto, puedo decir que mi propio trabajo está muy influenciado por mi experiencia en artes marciales. Entre otras cosas, acato el principio de restringir primero los brazos, y la mayor parte del tiempo no presento ningún flanco descuidado que de posibilidades abiertas a ataques. Así que incluso cuando en ocasiones tengo que atar desde el frente, por lo general lo hago primero controlando a la modelo, privándola de su equilibrio, a fin de reducir su capacidad de lucha.
Esto no quiere decir que el Shibari deba o no, ser abordado de este modo. Una persona con experiencia en danza, por ejemplo, naturalmente, tendrá un enfoque más lúdico. Supongo que es comprensible que el atador no este al tanto del aspecto histórico del Shibari si no esta atando a un nivel profesional. Los detalles más finos comienzan a tomar importancia sólo después de haber dominado una buena parte de las habilidades técnicas, de modo que la atadura se convierte en algo instintivo. Al fin y al cabo lo que cuenta (para las sesiones de ataduras en privado) es que ambas personas están compartiendo un buen tiempo de calidad juntos.
En cuanto a mí respecta, la rapidez y la eficiencia en mis ataduras son importantes. Es por eso que en mis espectáculos muestro ataduras principalmente simples y sin adornos. Puede que esto no caiga muy bien en las audiencias occidentales. Pero en Japón, mi audiencia está compuesta en gran parte por aficionados a las ataduras que siguen la escuela de las ataduras por amor a las cuerdas. Estas son personas que no vienen a mirar mis shows para masturbarse, sino para ver un alto nivel técnico de ataduras (sin «trucos» circenses). Ataduras rápidas y duras pero al mismo tiempo seguras y atractivas a la vista.
KJ: ¿Cómo es su vida cotidiana? ¿Puede darnos un ejemplo de un típico día típico en la vida de Osada Steve?
OS: Esto depende mucho del trabajo que tengo entre manos.
Cuando estoy en Tokio, por lo general me despierto a las 5 PM. A continuación, paso unas horas escribiendo y editando antes de aventurarme en la noche. Cuando tengo que estar en algún lugar temprano, pospongo el trabajo de escritura y edición. Pero como la mayoría de mis shows son a las 2:00 de la mañana, tengo un montón de tiempo para tomar mis cuerdas y llegar a al evento. Normalmente, cuando regreso a casa (entre las 6 AM y las 8 AM), necesito varias horas para desacelerar, así que veo programas tontos en la televisión o paso el tiempo escribiendo e-mails. Este es mi día ideal, aunque debo añadir que no es un estilo de vida muy saludable.
Cuando estoy de gira, me hospedo en los teatros donde realizo los shows. Allí, por lo general me despierto con la música a todo volumen de actuaciones que anteceden mi show. Así que me despierto generalmente, cerca del mediodía. Hago cuatro presentaciones durante el día y luego vuelvo a mi habitación alrededor de la medianoche para descansar. Realizar cuatro shows al día (durante 10 o 20 días seguidos) es muy exigente, especialmente para la modelo. Pero, aparte de que me deja las manos deshechas, esos períodos son como vacaciones para mí, ya que la mayoría de los teatros me ofrecen todas las comidas.
Los días de pesadilla son aquellos en los que trabajo en producciones de películas. Por lo general, las productoras comienzan temprano por la mañana y a menudo continúan hasta las 3 AM. Muy a menudo me duermo en el set.
Así que existen varios tipos de días típicos en mi vida.
KJ: ¿Ha estudiado o está estudiando con otros maestros en Japón?
OS: He estudiado bajo la tutela de Akechi Denki en su última etapa. Y sí, sigo estudiando
diversos aspectos de Shibari con diferentes maestros.
Estos son asuntos de un alto grado de compromiso que esencialmente involucran suspensiones progresivas, la utilización de las distintas técnicas en combinación, así como también la transmisión de diversos conceptos que sólo pueden enseñarse presencialmente, cara a cara.
Me siento muy afortunado de tener esta oportunidad, ya que me permite llegar a un alto nivel en un período de tiempo relativamente corto (cosa que de otro modo, me llevaría varias vidas).
Así que aquí tienen la Parte I. Manténgase en sintonía para la PARTE II y mucho más. KabukiJoe