Muganawa 無我縄

Creo que mucho de lo que Osada Steve nos comenta sobre su forma de practicar el Kinbaku puede ser aplicado a nuestra rutina diaria en otras actividades. En este caso, el intentar conseguir una mente quieta y «vacía» para luego practicar empatía sin egoísmos con quien tengamos a nuestro alrededor pareciera adentrarnos en conceptos que podrían iluminar positivamente nuestra manera de ser.

Copyright 2007 por Osada Steve
Todos los derechos reservados. Traducción por Tsubaki autorizada exclusivamente para su publicación en KinbakuMania
Prohibida su reproducción total o parcial en cualquier otro medio


Muganawa 無我縄

«Muga» (無我) es un concepto propio de la tradición budista. Se refiere al «no-yo», al vacío o a la idea de estar desprovisto de deseos. Como tal, no es lo primero que se nos pasa por la cabeza cuando consideramos la práctica del Shibari Kinbaku (縛り / 紧 缚). Al fin y al cabo, ¿no es acaso la esencia de cualquier sesión de cuerdas un ejercicio sobre los deseos y las pasiones?

Antes de adentrarnos en el tema del muga y de cómo podría este ser aplicado este concepto al Shibari/Kinbaku, echemos una mirada atrás en el tiempo. El símbolo chino 縄 se puede leer tanto como «nawa» así como «jo». En esencia, el kanji expresa el significado «cuerda». Sin embargo, dependiendo del contexto también podría significar un patrón o estilo de atadura. Como ejemplo de que no todo es tan simple, como se podría pensar inicialmente, tomemos los símbolos que componen la palabra «hojojutsu» (捕縄術), el antiguo arte de capturar con cuerdas. Estos mismos kanjis también pueden leerse como «torinawajutsu». Este «arte», en su forma hoshu hojojutsu  (捕手捕縄術), ha estado íntimamente relacionado con las 18 habilidades guerreras del Samurai (‘bugei juhappan‘, 武芸十八般). Como tal, nos provee de técnicas altamente avanzadas de ataduras, que datan de varios cientos de años. Esto representa una base sólida para el desarrollo del Shibari/Kinbaku actual.

Consideremos también los siguientes ejemplos:

La lectura de 縄 es “nawa”.

  • 責め縄  (“semenawa”),  ataduras con fines de tortura.
  • 首斬縄 (“kubikirinawa”), ataduras utilizadas para las decapitaciones.
  • 火焙縄 (“hiaburinawa”), ataduras utilizadas para quema en la hoguera.
  • 早縄 (“hayanawa”), la cuerda relativamente corta empleada para capturas y arrestos iniciales para realizar ataduras temporales.
  • 本縄 (“honnawa”), cuerda relativamente larga utilizada para ataduras mas elaboradas, que se le hacen al detenido una vez capturado.

Volviendo al hecho de que las técnicas actuales de ataduras japonesas están basadas en los antiguos métodos utilizados ancestralmente en las artes marciales de los Samurai (“kobudo”, 古武道), se infiere que el Shibari/Kinbaku se guía por los mismos principios que rigen todas las artes marciales japonesas. De ahí que una verdadera comprensión de estos principios a menudo hubiera significado la diferencia entre la vida y la muerte. De esta manera, no es demasiado descabellado imaginar que tanto una base sólida en las habilidades de las ataduras como el respeto por aquellos milenarios principios, marcarían la diferencia entre una mediocre sesión de cuerdas y una grandiosa sesión de kinbaku.

Retomemos denuevo el concepto de “muga” (無我), y lo que puede ser capaz de aportar a sus experiencias con las cuerdas. Primero, contemplemos lo que el legendario gran maestro Akechi Denki (明智伝鬼) me explicó dos semanas antes de su muerte:

“Vacío mi mente y entonces las ideas vienen solas a mí, ya sea de mi interior o desde el interior de la pareja a la que estoy atando. A veces las cuerdas se mueven por su cuenta y mis manos sólo las siguen y esto es siempre una experiencia apasionante. Siento que desaparezco. Cada vez que eso sucede, el Shibari queda siempre muy bonito.”

Ese elusivo concepto de “vaciar la mente” juega también un papel fundamental en los niveles más altos de la esgrima Samurai. Un principio expuesto por Miyamoto Musashi en su “Libro de los Cinco Anillos”, en el cual elabora en profundidad el concepto de “muga” cuando expone el quinto “libro” que denota el vacío, la nada, el vacío de la mente.

el Libro de los 5 Anillos por Miyamoto Musashi

Esto nos conduce claramente a muganawa (無我縄). Como protagonista activo en una sesión de cuerdas, imagínese vaciando su mente de pensamientos y deseos. Esto se logra al favorecer que surjan sentimientos de amor y empatía hacia su pareja y que éstos pasen ahora a un primer plano. Entregar y no recibir. Su meta no es la de satisfacer sus propios anhelos, su lujuria, sino más bien poder llegar a un estado de conciencia elevado que le permita discernir e interpretar los sutiles mensajes y señales que emanan desde la persona que se encuentra pasivamente sometida frente a Usted.

Si la sesión se da de esta manera, podrá ser capaz de leer y comprender profundamente las necesidades de su compañero de cuerdas como un libro abierto. De hecho, podrá captar aquellas necesidades antes de que la propia persona implicada se de cuenta.

Sin embargo, recuerde que para poder leer correctamente a su pareja de cuerdas, usted mismo debe estar en un estado mental neutro y objetivo, despojado de falsas creencias y  suposiciones.

En esencia, una sesión de muganawa se distingue por su énfasis sobre la persona pasiva al permitirle alcanzar su verdadero potencial, en lugar de que el atador imponga su voluntad.

Debe tenerse en cuenta que el estado de muga no se alcanza mágicamente leyendo un libro o pulsando un interruptor. Por el contrario, este estado se logra al alcanzar un equilibrio mental a través de una sesión de cuerdas absolutamente desprovista de egoísmo. Admito que el muganawa no lo es todo. Tampoco es la única manera de disfrutar de una sesión de cuerdas. Sin embargo, personalmente les recomiendo que de vez en cuando le den una oportunidad al muga.

 

Osada Steve (長田スティーブ)  Copyright © www.OsadaSteve.com Todos los derechos reservados

Traducción al español por Haru TsubakiHaruTsubaki

 

Nota de traducción: En esta ocasión contamos con la colaboración de nuestros amigos Alfil y elora como revisores editoriales y para asegurarnos que el material pueda ser cómodamente comprendido por los lectores de la Península Ibérica.

 

Deja una respuesta