Entrevista a Randa Mai (乱田舞)-El Bailarín Salvaje- (Parte I)

Copyright 2000 por Osada Steve y KinbakuMania.
Todos los derechos reservados. Traducción por Tsubaki autorizada exclusivamente para su publicación en KinbakuMania.Prohibida su reproducción total o parcial en cualquier otro medio.

 

Esta entrevista fue realizada por Osada Steve en el año 2000, y fue publicada en la revista Secret Magazine en el 2002. Una versión en alemán de esta entrevista apareció en Schlagzeilen en el 2000. La versión online ha permanecido publicada en Asanawa.com desde el 2000. Esta es la primera parte de dos. La segunda parte esta aquí.

Randa Mai prefiere el negro. Ni corazones cromados ni cualquier ropa de moda . Definitivamente tampoco le va la ropa elegante ni de látex. Lleva pantalones anchos y camisas gastadas. Luce una barba crecida de tres días, gafas de sol negras, masca chicles y se quita los zapatos y las medias para cada actuación.

Esto último le permite sentir las cuerdas en caso de pisarlas. Este Nawashi (artista de cuerdas) incluso cuenta con un cuarto dan en Shorinji kempo, un estilo de lucha japonés de origen chino, pero no se ve para nada amenazante. Randa Mai es humilde. Es considerado por los demás como un hombre tranquilo.

Randa Mai: «El Nawashi debe permanecer en un segundo plano. El centro de la actuación es la mujer que está siendo manipulada por las cuerdas, al igual que los títeres cobran vida por titiriteros invisibles. Me gusta compararme con un kuroko, los titiriteros del teatro tradicional japonés bunraku, que van siempre vestidos de negro.»

Osada Steve: Un paralelismo interesante. Pero ¿qué pasa con las fans femeninas? ¿No quieren ver cómo el sensei, el maestro, interactúa con la chica? ¿Cómo se teje su magia? ¿Cómo se mueve?

RM: «Bueno, por supuesto, no puedo hacerme completamente invisible. En primer lugar, debido a que el escenario esta en medio del espacio (en la mayoría de los clubes el show se desarrolla en medio de la sala) y, en segundo lugar, debido a la iluminación, dado que cada club tiene su propio espectáculo de luces.

Pero, en principio, mi objetivo es presentar la belleza de esa mujer en todo su esplendor y hacerla sufrir en una danza erótica donde el placer y el dolor sean uno. Además, quiero mostrar las técnicas de ataduras, el estilo, el nivel de dificultad y complejidad. Por todo esto puedo permanecer fuera del centro de atención.»

OS: Han pasado muchos años desde que Randa Mai hizo su transición a Nawashi profesional. Es una transición que ahora le permite obtener la totalidad de sus ingresos a partir de las ataduras japonesas. Entre actuaciones colabora con diversas producciones cinematográficas y participa en más de un centenar de videos al año, a veces como director o productor, pero siempre como actor-artista de las cuerdas.

RM: «Por supuesto, tengo que ser consciente de lo que el público quiere ver. En pocas palabras, no puedo estar de pie, de espaldas a la cámara bloqueando la vista de la modelo. En las actuaciones en vivo, a menudo hay gente sentada o de pie por todos lados. Es por eso que casi no me quedo quieto en un solo lugar. En cambio, hago como una especie de baile alrededor de mi víctima todo el tiempo.»

OS: Tal vez esa es la razón por la que Randa Mai ha elegido como nombre artístico Wild Dancer (bailarín salvaje)?

RM: «Mientras más grande sea el espacio disponible, más grandes serán los círculos que podré ejecutar y más podré compenetrarme en ello.»

OS: Y, de hecho, una vez que este Nawashi se encuentra a toda velocidad, las cuerdas vuelan por todo el ambiente, como si tuvieran vida propia: las puntas de las cuerdas son lanzadas por el aire, pasando cerca de los clientes, sus bebidas y las mujeres que no pueden contener sus gritos.

¿Y cuales diría Randa Mai que son las principales diferencias entre las actuaciones en vivo y el trabajo para vídeo?

RM: «Los shows en vivo y el trabajo para video son dos formas de arte completamente diferentes. Con el vídeo se repiten escenas, se van cambiando los decorados y se hacen descansos frecuentes. Hay cortes, nuevos ángulos de cámara, locaciones nuevas, aún más cortes y entonces nuevos ángulos de cámara.

Las actrices a menudo vienen directamente del ambiente del cine para adultos y son contratadas a través de agencias. Ellas no necesariamente estan interesadas en las ataduras o el S&M. En los videos, la parte sexual tiene prioridad, mientras que las ataduras son secundarias. Y por supuesto, se dispone de todo el día para filmar. Hay suficiente tiempo para jugar todo tipo de juegos, desde tener sexo hasta practicar enemas, o desde azotes y esposas hasta ataduras con suspensión (todo esto combinado con grandes dosis de sexo explícito). Te encuentras con la mujer en el set, haces lo tuyo, y al día siguiente ni recuerdas su nombre. Durante el trabajo hay muy poco espacio para el placer real.»

OS: Todo se escenifica, por así decirlo. ¿Esto significa esto que durante un show en vivo todo lo que se ve es real?

RM: «En cierto sentido, sí. Para satisfacer a la audiencia tengo que hacer que mi modelo deje volar su mente por completo. No puedo entregar nada a medias o algo que está incompleto.

Es por eso que sólo hago shows con chicas que conozco. Tienen que ser verdaderas masoquistas y tengo que haber podido construir una relación con ellas. Estas son mis chicas y no dejo que cualquier otro artista las toque.»

OS: Esto no quiere decir que sus chicas no puedan trabajar y ganar buen trabajando como esclavas de pago en clubes o posando desnudas para revistas o incluso, participando en vídeos. Pero una cosa es segura: un show en vivo es un asunto muy íntimo para Randa Mai. Entonces, ¿cómo es la intimidad de un sensei?

RM: «El mayor placer es por supuesto, el verdadero juego S&M. El juego que se hace en privado, en casa, en un calabozo rentado o en un hotel S&M.»

OS: ¿Y que piensa sobre el hecho de que algunos de los sensei más conocidos son monógamos o están casados, a veces incluso a mujeres que no son del ambiente, mientras que otros no pueden separar las ataduras de sus relaciones sexuales?

RM: «No soy tan particular sobre esto», confiesa Randa Mai. «Puedo pasar la noche con una mujer sin cuerdas y sin tener relaciones sexuales o tener relaciones sexuales con una esclava y con otra al día el siguiente. Sin embargo, nada mejora la sensación de una intensa relación, una relación íntima con un mujer-m (masoquista). Una vez que el amor entra en la ecuación, el número de mujeres disponibles disminuye a sólo un puñado selecto.»

OS: ¿Es necesario ser un sádico para convertirse en un buen Nawashi?

RM: «El punto más importante es tener una afinidad hacia las cuerdas. Uno tiene que amar las cuerdas. Como se sienten, cómo huelen, el sonido que hacen. Se debe apreciar plenamente las posibilidades casi ilimitadas que ellas ofrecen para la satisfacción de las mujeres. El artista de las cuerdas debe ser capaz de escuchar a la mujer y la comunicación debe estar allí durante la atadura. Durante su cautiverio, el atador es plenamente responsable por el estado físico y mental de la mujer. ¿Por qué alguien que no sea un sádico asumiría este tipo de responsabilidad tan compleja?»

OS: Zapatero a su zapato, dice el refrán. Las mujeres-m (masoquistas) incluidas. Hay quienes gustan de las cuerdas y sólo de las cuerdas. A otros les gusta el dolor. Algunas mujeres quieren ser esclavas todo el tiempo, otras sólo durante el juego. ¿Cuál sería el mejor tipo de mujer para Randa?

RM: «Tiene que haber un equilibrio en todo. La chica debe ser un poco esclava y debe disfrutar de la cantidad justa de dolor. Debe adorar las cuerdas y también debe ser cariñosa y tierna. Debe gustarle el sexo y a mi me debe gustar lo suficiente como para querer disfrutar de su compañía fuera del dormitorio. Ella debe ser mi amiga, mi novia y mi amante.»

OS: ¿Quiénes son esas chicas que florecen bajo el látigo y se convierten en figuras vulnerables casi angelicales, una vez cautivas e inmovilizadas?

RM: «Casi todas ellas tienen el corazón roto«, como lo expresa Randa Mai. «La mayoría están bajo mucha presión, mucho estrés y han descubierto casualmente que sienten alivio al someterse completamente durante unos minutos, unas horas o una noche completa.» Según una estimación de Randa Mai, sólo alrededor del 10% de ellas son atama okashi (estan locas de remate). «La mayoría ha aprendido a convertir el dolor en placer y casi ninguna de ellas considera las cuerdas como algo invasivo o algo a lo que tenerle miedo, sino más bien como un buen amigo, que las abraza y protege su cuerpo, haciéndolas sentir cómodas y cuidadas.»

OS: ¿Qué hay de los colapsos emocionales posteriores a una sesión particularmente difícil? En un momento se tiene una mujer madura entre las cuerdas y al terminar la sesión se ha transformado en una niña de cuatro años de edad, insegura de sí misma o de dónde está.

RM: «Cosas como esas suceden. Es por eso que siempre hay que reservar un tiempo para el after-care posterior, para acurrucarse y hablar después de una sesión. Puede resultar una situación muy dura el bajar a la realidad a una chica que está llorando incontrolablemente y desamparada por completo. Pero me gusta cuando sucede. Lo disfruto. Y estoy dispuesto a convertirlo en una buena experiencia para todos.»

OS: Mirándolo de cerca, parece que el arte de las ataduras japonesas es relativamente limitado en su número de técnicas. En el shorinji kempo, el ninjutsu y algunas otras artes marciales uno tiene miles de waza (técnicas) únicas, pero ¿que piensa Ud. de ésto, como Nawashi?

RM: «Correcto. Hay sólo cerca de treinta patrones básicos. Por supuesto que tomando en cuenta las combinaciones y variaciones, uno puede alcanzar casi infinitas posibilidades.»

OS: Los sensei de hoy y quienes ofrecen actuaciones en vivo pueden incluso optar por tomar un deshi (discípulo) a su cargo. Uno de los deshi anteriores de Randa Mai es Mira Kurumi, la gran esperanza de la nueva generación de entusiastas del shibari. Mira persigue un enfoque ilusionista S&M, en el que incorpora actos de magia en sus shows. Sin embargo, Randa Mai, prefiere llamarse a sí mismo con el término «artista S&M», en lugar de utilizar el concepto más esotérico «Nawashi». El es un artista que ha aprendido sus técnicas con las cuerdas de manera autodidacta, así como también lo han hecho la mayoría de los artistas de alto nivel en Tokio.

¿Puede su curiosidad inicial con las cuerdas atribuirse a algo en particular?

RM: «Por supuesto.» Randa Mai explica que su primer encuentro con el S&M le llegó a la tierna edad de diez años cuando se topó con un libro de manga que mostraba una escena de bondage. El resto, como dicen, es historia.

OS: A pesar de que Randa Mai ha practicado ataduras por más de veinticinco años, él admite que todavía está aprendiendo y se sigue ocupadando en perfeccionar su arte. Después de todo, es más difícil de lo que parece.

RM: «Hay que recordar que se trata de la comodidad (o incomodidad) de otro ser humano. Un pequeño error y se podrían provocar marcas permanentes o lesiones graves causadas por el descuido de una de las cuerdas vitales.»

OS: Asumiendo que exista un número más o menos igual de hombres sádicos y de mujeres masoquistas; habría todavía menos hombres que posean la abilidad y la técnica que les permita dominar a una mujer. Como resultado, muchas mujeres masoquistas quedan sin encontrar alguien sólo para ellas. ¿Es esta una de las razones por las cuales los reconocidos sensei de cuerda suelen tener harenes bastante grandes de mujeres masoquistas?

RM: «Tal vez sea así. Un buen Amo debe ser parte psicólogo, parte terapeuta. Debe ser capaz de reconocer las necesidades individuales de cada mujer con el fin de abrirle las puertas para enviarla en viajes de placer y proporcionarle alivio a través de un tratamiento riguroso.»

OS: ¿El Amo sería entonces, como el tío bueno?

RM: «Las relaciones pueden asumir muchos matices diferentes. Pero en lo que a mí respecta, soy una persona muy cariñosa. Y y sí, les doy a mis chicas mucho cariño y amor.»

 

La segunda parte esta aquí

Traducción al español por Tsubaki 

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